Delicadas al paladar

Pequeña y con un color granate muy característico, así es la alubia que nos llega desde Anguiano, en la Sierra Verde riojana.

Apesar de la larga tradición que la alubia roja tiene en La Rioja y alrededores, este producto no ha logrado el sello de denominación de origen protegida hasta hace apenas unos meses. La alubia entró en el listado de los alimentos más valorados de la mano de las nueces, fruto vecino con el que comparte fuertes tradiciones.

Pequeña, pero intensa

A pesar de que su tamaño es inferior al del resto de caparrones de La Rioja, su sabor es muy apreciado. Suave y mantecoso al paladar, esta alubia roja tiene la piel muy fina, lo que aumenta esa carnosidad al masticarla.

Es muy sencilla de cocinar y, por este motivo, es uno de los platos favoritos de los riojanos, sobre todo, en los meses de invierno, en los que apetecen los guisos de cuchara.

De su pueblo

La D. O. P. Alubia de Anguiano comprende la zona geográfica del municipio de Anguiano, situado en la comarca Sierra Rioja Alta, donde se dan unas condiciones climáticas excelentes para el cultivo de la alubia.

Esta localidad vive volcada en su producto estrella, que se sigue cultivando de la forma tradicional. Aunque en los últimos tiempos se han introducido cambios en el trabajo del campo y recolección, la calidad y la sostenibilidad siguen siendo pilares básicos. A pesar de que la zona protegida es escasa, el año pasado se cosecharon 33.500 kilos.

Receta simple Aunque se trata de una legumbre muy versátil, en La Rioja hay una receta que siempre es bienvenida: la alubia acompañada de sus ‘sacramentos’, es decir, chorizo, tocino y costilla. A esto, los más atrevidos añaden una guindilla, para darle ese toque picante.