LA SOLUCIÓN ESTÁ EN NUESTRAS MANOS
Mantén y cuida los dispositivos de manera regular para evitar daños. Es importante atender a detalles que parecen nimios, como la acumulación de polvo y, para evitar futuros problemas, limpiarlos con frecuencia, ya que puede provocar el mal funcionamiento de los ventiladores internos que llevan muchos dispositivos.
En lugar de comprar dispositivos nuevos, es mejor reemplazar los componentes desactualizados como las memorias RAM o las unidades de almacenamiento SSD en los ordenadores.
Trata de reparar el dispositivo cuando sufre algún daño, en lugar de descartarlo y comprar uno nuevo directamente.
Usa de manera responsable los componentes, para evitar un uso excesivo o inadecuado. Por ejemplo, evita dejar el ordenador, el móvil o la tableta encendidos de manera constante, ya que esto puede provocar problemas de sobrecarga o recalentamiento.
Antes de comprar, infórmate bien de la calidad y las características del producto. Aunque pueda parecer atractiva la idea de comprar un producto a bajo precio, estos suelen tener un rendimiento y un tiempo de vida mucho más limitado.
Adopta hábitos de consumo más sostenibles, apoyando conceptos como la “alargascencia” frente a la obsolescencia. Es decir, apostar en tu día a día por patrones de consumo que dilaten la vida útil de productos y bienes. Y apostar por el reciclaje y la reutilización.
Cuando el producto deje de funcionar correctamente, se puede optar por la donación a lugares como centros educativos o sociedades sin ánimo de lucro que los necesiten, o reciclarlos si ya no se les puede seguir dando uso.