El experto “hay que tratarse”
“Los trastornos en la alimentación no desaparecen solos y dejarlos sin tratamiento acarrea graves consecuencias. Los psicólogos desempeñan un papel vital, exploran con el afectado los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación, y le ayudan a reemplazar conductas destructivas por pensamientos positivos. Así, toman conciencia de las situaciones que desencadenan el comer compulsivamente”.