ANTONIO SERRANO y NATALIA AZPIAZU
MARTA y AINHOA
Antonio Serrano, especialista en fondo, campo a través y 42K, fue el primer atleta español en romper la barrera de 2:10 h en maratón. Actualmente es entrenador de la RFEA. Su mujer, Natalia, fue sobre todo especialista en cross. Ambos han transmitido su pasión a sus hijas, Marta y Ainhoa.
“Su madre y yo hicimos deporte desde pequeñitos en el colegio. Diferentes disciplinas, pero nos especializamos en atletismo, y es evidente que eso ha influido en nuestras hijas”, comenta Antonio, hoy preparador de atletas de élite.
“Ainhoa y Marta, nuestras hijas, llevan ligadas al deporte desde siempre, pero a los 8 o 9 años entraron en una escuela de atletismo, les empezó a gustar y actualmente incluso están consiguiendo mínimas para el campeonato España, aunque nosotros no queremos que lo hagan por estar en el alto nivel, sino por disfrutar y porque te da una estabilidad física y unos valores, que es lo que buscamos en la práctica deportiva”.
Ainhoa reconoce que su madre no quería que hiciesen atletismo, por la presión que les podía suponer, pero era lo que les gustaba. Ella hace combinadas, pentatlón y heptatlón. “Al principio lo hacía por gusto”, cuenta, “pero a partir de este año he visto que puedo llegar un poquito más de lo que yo creía”. Ahora que es sub-23 de tercer año, se lo ha planteado como algo más allá de la diversión y ha empezado a soñar… Su hermana, Marta, también lleva en el atletismo toda la vida: “Corría cross desde los 8 años con la familia, y millas con mi padre. Luego empece en el Club Maratón a los 12 años, y allí he hecho de todo. Este año me estoy enfocando un poco más en el medio fondo”.
Ainhoa ya sueña con medallas: “En un campeonato de España absoluto, alguna internacionalidad… Supongo que el sueño de todo atleta que trabaja muy duro es llegar a unas olimpiadas. Mi sueño principal o mi objetivo a más corto plazo sería una medalla absoluta”. Marta también fantasea con los Juegos, “pero tampoco quiero irme tan lejos. Quiero, sobre todo, mejorar, no dejarlo, no estancarme”.
Sus padres son fuente de inspiración para superarse cada día. “No sé si querría llegar a ser como ellos”, dice Ainhoa. “Las comparaciones son odiosas, pero sí me inspiran por los valores que me han transmitido siempre, aunque suelo separar mucho el atletismo de mis padres para no presionarme con todo eso”.
Marta ahora entrena con su padre, por lo que sí le pide consejos, pero también a su madre: “El otro día me ayudó para el 1.500 con la táctica. Los dos han estado siempre ahí”. Ambas reconocen que les han inspirado muchísimo, porque los dos han sido muy buenos en el atletismo, son su ejemplo a seguir.
EL SUEÑO DE TODO ATLETA QUE TRABAJA DURO ES LLEGAR A LAS OLIMPIADAS”