PREVENCIÓN DE LUMBALGIA EN CONFINAMIENTO
La lumbalgia es eldolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral.
Esta patologíaafecta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayoresy aparece tanto en trabajos sedentarios, como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico. Pero el grupo de mayor riesgo son personas sedentarias, por eso es ahora tras este confinamiento cuando debemos prestar gran atención a no mantenernos inactivos para evitar en la medida de lo posible este tipo de afectación. Aproximadamente el 80 por ciento de la población ha tenido o tendrá alguna lumbalgia durante su vida y hasta el 70 por ciento de los jóvenes antes de cumplir los 16 años han experimentado este dolor de espalda.
Es importante destacar que un85 por cientode las personas quehan tenido un dolor lumbartienen unriesgo muy altode volver a padecerlo. Ante esta situación, el reto es poder evitar futuras recaídas y aquí, juega un papel clave el ejercicio físico, siendo un arma fundamental para evitarlas.
Ante cualquier dolor lumbar, lo primero es conocer qué provoca ese dolor, diagnosticar qué tipo de afectación presentamos, grosso modo las dividimos en lumbalgia mecánica y no mecánica (inflamatoria, infecciosa….) Las lumbalgias mecánicas son la mayoría (90%) y dentro de ellas la gran mayoría son debidas a alteraciones musculares. En caso de presentar irradiación a alguna extremidad inferior (lumbociatalgia) o signos de alarma como pérdida de fuerza al realizar algún movimiento del pie deberemos acudir a nuestro traumatólogo de confianza para realizar alguna prueba complementaria que descarte algún tipo de afectación discal.
Tras este inciso, y tras saber que la gran mayoría de las lumbalgias tienen un origen mecánico y muscular, ¿existe alguna medida para reducir o prevenir este dolor? Durante lafase aguda y con dolorno se recomienda realizar ejercicios de movilidad activa moderada o intensa, sinoejercicios de tipo respiratorio o activos de muy baja intensidadpara aliviar la tensión muscular, pudiéndonos ayudar de calor seco, algún antiinflamatorio puntual y fisioterapia. Hace unos años, ante un dolor lumbar la recomendación médica era estar totalmente en reposo, pero durante estos años la evidencia clínica y científica ha demostrado lo contrario, siendo el movimiento y ejercicio controlado el mejor tratamiento y prevención para el dolor lumbar.El miedo a moversees lo quepuede provocaruna mayorperpetuación del dolor pudiendo llegar a cronificarse, por lo que en estos casos se enseña al paciente, orientándole sobre qué debe mover y cómo debe hacerlo. De forma general podemos decir que no se desaconseja ningún tipo de ejercicio controlado, salvo los de alto impacto, como correr y el ejercicio aeróbico, en periodos muy agudos.
Pasada la etapa aguda, realizaremos ejercicios para restaurar la movilidad articular lumbar y sacroiliaca conmovimientos de báscula pélvica,estiramientos detoda lamusculatura baja de la espalday, posteriormente, con el paso del tiempo incrementaremos la demanda de esos ejercicios de fuerza y resistencia de toda la musculatura de la región dorso-lumbar, abdomen y piernas.
Como bien ha explicado el Dr. Gallego, este es el proceso por el que pasa una persona que sufre o ha sufrido esta patología. Pero no debemos olvidar, que un porcentaje muy alto de los casos viene dado por un mal hábito de vida. ¿Qué quiere decir esto? Que la falta de entrenamiento de fuerza hace que a nivel muscular y óseo exista un deterioro.
El entrenamiento de fuerza es el entrenamiento estrella. Es la clave para prevenir cualquier lesión y para la readaptación al ejercicio. Siempre y cuando exista un buen profesional que respalde todo el trabajo con una buena planificación, una correcta supervisión y una buena ejecución. Ahora que probablemente dispones de más tiempo que antes, haz una reflexión interna de cómo se siente tu cuerpo, si de verdad le tratas como deberías y si no es así comienza a plantearte 'cambiar el chip'. Ya que desde ahora puedes comenzar a cambiar hábitos nocivos para tu salud. Me refiero, a que si nunca has hecho ejercicio, ahora es tu punto de partida para arrancar. Como graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y entrenadora personal que soy, os recomiendo realizar los siguientes ejercicios para prevenir la lumbalgia y dolores de espalda asociados al sedentarismo a corto, medio y largo plazo.