“VIVÍ UN FINAL QUE JAMÁS PODRÍA HABER SOÑADO”

A finales de 2017 después de mi primera temporada completa de trail, donde había entrenado “a mi aire”, fue cuando decidimos ponernos en manos de un entrenador y planificar la siguiente temporada de una manera más profesional y con objetivos concretos. En un primer encuentro con Andrés Arroyo, mi entrenador, fijamos la Transgrancanaria en modalidad Advanced que iba a ser el Campeonato de España RFEA, y la OCC de UTMB como los grandes objetivos del año.

El campeonato de España planteaba un gran reto, ya que partíamos de un parón completo de tres semanas donde empezábamos de cero, y disponíamos únicamente de dos meses para preparar una distancia de 64 km y 3.500 m de desnivel positivo. Afrontaba el reto sin ninguna pretensión, tan sólo tenía claro que quería luchar por una plaza en la Selección Española de trail para poder ir al Mundial, y sólo las tres primeras plazas daban opción a ello de manera automática.

Sabía que era muy difícil, la carrera contaba con un plantel de corredoras de altísimo nivel, pero yo tenía mucha ilusión y la convicción de que podía lograrlo. La carrera en sí la recuerdo muy emocionante, fui de menos a más, progresando en posiciones durante toda la prueba. Yo había corrido el maratón el año anterior, que coincide con la última parte de la Advanced, y conocía ese final. No fue hasta el avituallamiento de Ayagaures cuando me hice con la tercera posición, y de ahí a meta ya en constante bajada. Quedaban 26 km muy rápidos, donde lo único que quería era empujar lo más posible para que no me cogieran por atrás. Todo ese esfuerzo me llevó a falta de 8 km aproximadamente a coger a Azara y posteriormente a Laia, en un final que jamás podría haber soñado. Llegar a Maspalomas con toda la gente y cruzar en primera posición la línea de meta con poco más de 20 segundos de ventaja sobre Laia es algo difícil de explicar con palabras, porque son muchas emociones que se concentran en un mismo instante y que producen mucha felicidad, pero que acaban inmediatamente después de cruzar la meta. La consecuencia de eso fue conseguir plaza de manera automática para la Selección y representar a mi país en un mundial, que creo que es el mayor orgullo deportivo de cualquier atleta. Fueron semanas complicadas las posteriores al campeonato por el ruido mediático para el que yo personalmente no estaba preparada: entrevistas, noticias... Todos querían hablar conmigo y yo no quería hablar con nadie. Sin duda este campeonato significó un cambio importante en mi vida deportiva a nivel de reconocimiento y de visibilidad para la gente, recibiendo infinidad de muestras de apoyo y de ánimo allá donde he ido y también a través de las redes sociales.

Sin darme cuenta, este deporte ya me ha dado más de lo que yo pudiera haber imaginado cuando empecé a caminar/correr por el monte. La temporada 2018 quedará grabada para siempre.