DEL TARTÁN AL ROQUE DE LOS MUCHACHOS

A sus 35 años Ida Nilsson es una de las atletas más reconocidas del mundo corriendo en montaña, pero sus orígenes como deportista no están precisamente ligados a la naturaleza. Nació en la ciudad de Kalmar (“es un lugar totalmente llano”, asegura) en el seno de una familia con gran tradición deportiva. Sus padres fueron atletas profesionales y sus tres hermanos internacionales con la selección de atletismo de Suecia. En el año 2002 ella y sus hermanos se trajeron a casa 6 medallas de los campeonatos nacionales de Campo a Través. Mucha genética.

Nilsson se ha forjado sobre las pistas de atletismo. Hacía 3.000 metros vallas y 5.000 en pista; por eso consigue mantener una velocidad altísima durante tantos kilómetros en las carreras de montaña. Siendo una veinteañera se marchó a Flagstaff (Arizona, Estados Unidos) para estudiar en la Universidad y allí empezó a cosechar sus primeros éxitos en pruebas de mediofondo y fondo. “Estoy muy orgullosa de todos los récords que he conseguido en mi país, y sobre todo de la final que disputé en el Campeonato de Europa de 2006 y de las dos victorias que logré en la NCAA americana”, nos contó en la última entrevista que mantuvimos con ella. Su progresión como deportista frenó en seco a los 28 años. Una grave lesión la mantuvo apartada de las competiciones durante mucho tiempo. Y al volver ya no era la misma. Fue entonces cuando decidió cambiar su vida y probar con las carreras de skyrunning. “Necesitaba nuevos desafíos y elegí esta disciplina. Suecia es muy llana pero estuve viviendo un tiempo en Chamonix y aprendí mucho con Kilian y Emelie. Los dos me ayudaron a mejorar”, comenta. Su primera gran carrera internacional fue Transvulcania 2016. El resto de la historia ya la conocen.