LA SONRISA DE RAFA
Mucho más que un trail
Ante cualquier pérdida surge el duelo, un drama, un desamparo, una resignación tal vez y un efectivo riesgo de hundimiento personal, físico e intelectual. Todo esto se puede elevar hasta la potencia enésima cuando esa pérdida es la de un hijo, algo que va tan contra natura, algo tan incomprensible e imposible de aceptar ni aunque viviéramos dos vidas. Me hubiera gustado no utilizar este tópico o frase hecha pero es que es tan cierto: la vida sigue... Gracias a ese axioma incontestable por definición y con la ayuda y el apoyo de la gente más cercana y querida seguimos adelante tal y como hicieron en su momento María Isabel y Rafa cuando de aquella irreparable pérdida surgió un proyecto con todo el espíritu del trail por enseña, “La Sonrisa de Rafa”.
Este año se ha celebrado la sexta edición de una fiesta que tiene en Berrocal (Huelva) una cita cada tercer fin de semana del mes de enero que nadie quiere perderse. Y ahora que ya lo he vivido en primera persona me resulta más sencillo encontrar respuesta al porqué de esa reunión celebrativa en la que un millar de corredores agotan los dorsales el día de apertura de inscripciones en tan sólo veinte minutos para llenar de sonrisas un pequeño pueblo de menos de 300 habitantes en la serranía onubense. Yo ya tengo las respuestas a algunas preguntas pero no las encontraréis aquí, os daré alguna pista tan sólo pero tendréis que acercaros por allí a encontrar las vuestras propias. Os estoy haciendo un favor, no lo dudéis, el Trail de la Sonrisa de Rafa bien lo merece.
En estas líneas mi intención no es tanto hablaros de la carrera como un fin sino más bien como un medio, como el camino elegido por unas buenas gentes a través del Club Ultra Trail Huelva para dar visibilidad a una enfermedad y para, de forma absolutamente voluntaria y altruista, ayudar al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y a la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) en la investigación de mé
todos de cura del neuroblastoma infantil. Así, el proyecto “La Sonrisa de Rafa” lleva recaudados en esta media docena de años más de 100.000 € que salen cada año de la venta de dorsales, de rifas y sorteos, de donaciones...
En este caso, el seguimiento de la donación de los dineros es sencillo ya que todo lo recaudado se destina a pagar el sueldo de una investigadora que lleva años trabajando en esa búsqueda de soluciones terapéuticas para el tratamiento de esta enfermedad que es la de mayor incidencia (8-10%) entre las de tumores pediátricos y que afecta a unos 50 niños en nuestro país cada año. En Berrocal todo es fiesta durante ese fin de semana. Tal y como iba acercándome al pueblo el día antes, se me venía a la mente la letra de la canción del maestro Serrat: “De mi calle, ayer a oscuras hoy sembrada de bombillas. Y colgaron un cordel de esquina a esquina un cartel y banderas de papel verdes, rojas y amarillas” ¡Fiesta! “Gentes de cien mil raleas comparten su pan, su tortilla y su gabán”. Eso mismo fue lo que viví y lo que sentí durante mis días allí, de repente llegué y me vi comiendo sentado al sol, un plato de pasta junto con los voluntarios en uno de sus recesos mientras montaban la meta, después de comer me llevaron a la casa del médico donde me alojaría, fuimos al bar del pueblo que, como siempre, es el punto de reunión en el que van llegando unos y otros, los venidos de aquí y los de más allí, en la barra se saludan, se cuentan historias y se van recibiendo con abrazos y cariño sincero en muchos casos tras un año sin verse... Nadie se siente extraño.
Se habla de la carrera, de las distancias, de la lluvia que nos espera, de lo bonita que está este año la serranía, del “Raspaero” y de “la del Membrillo”, las cuestas con nombre propio que harán que no te olvides fácilmente de la dureza de este recorrido... pero sobre todo se habla de la vida y de las ganas de vivir y de compartir momentos como estos, siempre por una buena causa, siempre con una sonrisa pintada en la cara, siempre con la sonrisa de Rafa, de sus amigos y de su familia.