Behind the tracks
Con otros invitados a esta sección me ha resultado mucho más fácil buscar etiquetas para encuadrarles en una de sus facetas profesionales. En el caso de Gobitu resulta muy difícil esta tarea, ya que podría ser el gran ejemplo de hombre del renacimiento del siglo 21 del trail. Igual te da la salida que te espera en la meta -que él mismo habrá montado- de una carrera, pero lo más probable es que una semana antes ya haya estado marcando y balizando el recorrido, desbrozando los senderos por los que vas a pasar; que el día de la carrera se haya levantado mucho más temprano que tú para montar los avituallamientos y aún así, cuando todo ha terminado y la mayoría de corredores ya os habéis ido a dormir, ahí sigue Gobitu...
Difícil de clasificar en aspectos profesionales o deportivos pero mucho más sencillo hacerlo apelando a lo más puro y emocional, al Gobitu como amigo y es que en ese caso, en el de la amistad, la etiqueta está más que clara: incondicional.
Mi nombre es Gobitu Bode y mi historia con el mundo de las carreras viene de atrás. El gobitu es un tipo de pez y como muchos animales evolucionó del mar a la tierra. Hace muchos años que me enseñaron que donde haya un agujeru, cabe un tornillu así que desde zagal empecé a recorrer les montañes asturianes.
Pasé muchos años en el refugio de la Forcada en Picos de Europa. Hace 15 años recuerdo un día en el que llegaba un grupo de gente corriendo con botas de montaña, decían que venían corriendo desde los Lagos de Covadonga. Eran los primeros años de la Travesera que atravesaba los 3 macizos. Años después y tras un accidente que sufrimos un amigo y yo, tras una larga recuperación, ayudé a mi amigo a correrla, y tras la fascinante experiencia, la corrí yo al año siguiente. Fue mi primera carrera de montaña. Jamás lo olvidaré.
Todo esto derivó en unos años donde recorrí España a través de las carreras. Eran otros tiempos. Había un ambiente más sano y no tanta competitividad ni envidias. Después de 5 años intensos dejé de correr habitualmente para emprender nuevos proyectos, entre ellos la organización de eventos, escribir sobre las carreras y mis primeros pinitos como speaker.
Hablar o escribir se me da mejor que correr. Entender no se me entiende muy bien cuando hablo pero corriendo era yo el que no me entendía conmigo mismo.
La gran riqueza está en las personas que conocemos. Cada carrera tiene una historia y miles de capítulos de sus protagonistas. Muchas de esas historias te hacen viajar a otros mundos que tienes tan cerca que no te hace falta coger un avión. Vuelas desde la pasión, la emoción y los sentimientos.
El mayor valor de este deporte es que es un deporte joven al que le queda un largo recorrido por delante. La clave está en atreverse, en romper esas barreras que tú mismo te has construido enfrente de tu casa y que parecen infranqueables.
Todos estos años me han servido para conocer gente increíble, tender puentes, conocer montañas maravillosas y para abrir el tarro de las esencias, y es que como bien decía mi abuela: "Pa empeorar, siempre hay tiempo".