Ventajas
El potenciómetro tiene 3 grandes ventajas que te van a encantar:
1. No hace falta que lleves la incómoda banda del pulsómetro y así te ahorras de paso las laceraciones típicas en el pecho después de entrenamientos de carrera prolongados.
2. Es un gustazo empezar una serie y saber que ya estás trabajando a la intensidad que toca (pero que duro es porque a la mínima que te relajas la potencia baja instantáneamente).
3. Te olvidas de la variabilidad de la frecuencia cardíaca y en carrera ganas en confianza y tranquilidad ya que, aunque vayas pasado de pulsaciones, sabes que tu potencia crítica (el famoso FTP) está todavía por encima y no vas pasado de vueltas.
¿Qué es la potencia?
La potencia es un indicador de intensidad externo que combina dos variables: la fuerza y la velocidad. De la combinación de ambos parámetros (fuerza de impulso + cadencia de zancada) se obtiene el valor de potencia.
Este parámetro nos indica la intensidad de nuestro esfuerzo de forma directa, al igual que nos lo indica el ritmo o la velocidad de carrera.
Es importante no confundir con los parámetros de intensidad indirectos como la frecuencia cardíaca, el nivel de lactato o el consumo de oxígeno (por decir algunos). Estos son la consecuencia de los primeros y a diferencia de ellos, su valor no sirve para clasificarnos en una competición.
Es decir, las carreras no las gana el que saca una media mayor de pulsaciones sino el que saca una media de velocidad o una potencia media más alta en el momento de la disputa de la competición.
En ciclismo, ya hace tiempo que se utiliza esta variable para el control de la intensidad de entrenamientos y competiciones. El carácter sumamente estocástico del deporte lo ha impulsado de forma irremediable. Uno puede ir volando a 80 km/h sin hacer ningún esfuerzo, rodar en llano con un pelotón a 50 km/h a una intensidad relativamente cómoda o subir un puerto a 10 km/h a una intensidad máxima. Determinar una variable de intensidad y conseguir un dispositivo capaz de medirla fue un hito para el ciclismo moderno actual y la razón por la cual se han alcanzado rendimientos tan elevados.
Para los corredores en general, la potencia permite tener una variable de intensidad que no depende del entorno y que nos da un dato fiable del esfuerzo que estamos haciendo para avanzar hacia adelante. Por ello, cuanto más variable sea un recorrido y más viento afecte nuestra carrera, más necesario será el Stryd para poder regular bien nuestra intensidad de esfuerzo. Si exclusivamente corriéramos y compitiéramos en una pista de atletismo no tendría mucho sentido tener un Stryd. Al fin y al cabo, los valores de ritmo en un entorno tan controlado como una pista (a menos que esté en un sitio a merced del viento) son perfectamente válidos para controlar la intensidad.