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Para correr por montaña en invierno
1. Un calentamiento de 10 a 15 minutos es innegociable.
En invierno debido a las bajas temperaturas nuestros músculos están más agarrotados y acortados que de costumbre. La fase del calentamiento es de vital importancia para adaptar a nuestro cuerpo a la subida de temperatura que va a experimentar mientras corremos en medio del frío. Es el primer paso para evitar lesiones. No te lo saltes.
2. Entrena temprano o al mediodía.
Siguiendo con los consejos de precaución, te recomendamos que entrenes a primera hora de la mañana o al mediodía –si tienes tiempo en el trabajo y la montaña cerca– para así aprovechar las horas de mayor luz solar. Ni pasarás tanto frío ni tendrás que estar pendiente de si anochece o no. También es bueno cambiar el ‘chip’, realizando en las horas de más frío rodajes suaves y dejando los entrenamientos de calidad para cuando la climatología lo permita.
3. Infórmate sobre la climatología. Al
igual que lo haces cuando vas a competir en alguna prueba, infórmate sobre la previsión climatológica de la zona por las que tienes pensado ir a entrenar. Si las condiciones van a ser especialmente duras, equípate adecuadamente o tal vez piensa en cambiar ese rodaje por un entrenamiento de otro tipo, la opción de hacer entrenamiento cruzado o sesiones de fuerza en el gimnasio.
4. Ten cuidado con las superficies heladas.
Las capas de hielo que se forman en los terrenos de montaña en estos meses de frío pueden convertirse en algo muy peligroso. Vigila el terreno por el que vas y trata de evitar lugares con nieve helada.
5. Ve acompañado al entrenamiento.
En invierno el peligro puede acechar en cualquier momento. Si vas con compañeros o algún amigo, será más fácil encontrar solución a cualquier incidente. Si vas solo, trata de avisar en casa de la ruta que tienes pensada hacer.
6. Abrígate con inteligencia.
El frío y la lluvia condicionan nuestra equipación en invierno. Utiliza la regla de las tres capas con sabiduría, no olvides los guantes, el gorro, el frontal y todos los elementos necesarios para correr seguro y sin sufrir riesgo de hipotermia. Mejor que nos sobre material a que nos falte.
7. Elige la zapatilla adecuada.
Para entrenar en invierno en la montaña necesitas una zapatilla con un buen agarre y tracción, una suela de taqueado agresivo, que aguante bien el apoyo en superficies húmedas y embarradas. Fíjate en que la malla de rejilla no sea excesivamente transpirable y se filtre el viento con facilidad. Opta por una “zapatilla de invierno” que tenga membrana impermeable.