Emma Roca
Queríamos que este número fuera un poco más especial de lo normal, queríamos que supiérais que ella sigue corriendo con toda la comunidad del trail. Aquí nuestro homenaje muy personal.
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa” Mahatma Gandhi.
Esfuerzo es la palabra que más ha definido a Emma en toda su trayectoria deportiva y vital. De todos los adjetivos que podrían definir a Emma, el que se adapta mejor a su personalidad sería el que haría referencia a su capacidad de esfuerzo. También podrían ser otros términos como tenacidad, resiliencia, fuerza de voluntad, valentía, perseverancia, determinación, pasión, sensibilidad, grado de madurez… y así, un largo etcétera. Nos conocimos en la Maratón del Aneto en el año 1999. Tú ya la habías hecho el año anterior, llegando a la cruz superando el tan temido Paso de Mahoma. Ganaste y en pocas horas pasaste a ser "La reina de los Pirineos". Eso ya pasó en el siglo pasado. En aquellos momentos tú fuiste quien abrió el camino aunque quizá ya lo hiciste unos años antes, en la época buena del Raiverd o de los duatlones de montaña. Más adelante llegaron los tiempos de WIAR, con Mónica Aguilera. Aquellos raids en clave femenina. Volviste a ser visionaria y pionera. ¡Cuánta ilusión, cuántas cosas descubriste en nosotras y cómo empezamos a despertar! Fueron pasando los años y pintaste de color lila una parte del Cuerpo de Bomberos de la Generalitat. Un poco más adelante fuiste la primera mujer en entrar a formar parte del GRAE. Un espejo para las futuras generaciones femeninas que aspiraban y soñaban con entrar al Cuerpo. Si Emma ha podido, muchas de nosotras nos lo preguntábamos, ¿por qué yo no? Luego llegaron los ultratrails. Una vez me dijiste sobre la UTMB que “La Ultra Trail del Mont Blanc, tienes que llevarla en el corazón, porque si solamente piensas en ella como números, desniveles, distancias, tiempos… seguramente no la llegues a acabar”. ¡Cuánta razón tenías! Fueron muy pocas las veces que vi retirarse a Emma de una prueba de ultra, de hecho, creo que nunca. Lo mismo se puede decir de los Raids de Aventura o de cualquier otra de las mil carreras que disputó. Todos sabemos que Emma seguramente sí que pensaba en los números y en las distancias, en su cabeza todo estaba calculado al milímetro, pero sobre todo, eso lo llevaba en el corazón, como la UTMB, o Cavalls del Vent, o el Raid Bimbache, o la Cursa del Senglar i el Jabalí. Esto también le hacía ser una atleta excepcional. A pesar del sufrimiento, a pesar del dolor, durante las últimas semanas Emma seguía luchando, y en esta ocasión lo hacía para ganar la carrera más importante, la de la vida. Como en una ultra trail, porque la vida es como una carrera de larga distancia, llega un momento en el que descubres que la diferencia entre ganar o perder consiste fundamentalmente en no abandonar, y Emma era de las que no abandonaba. Pocos días antes de irse me volvió a dar otra lección de vida y me dijo: “Aquí no abandonamos, aquí no nos quitamos el dorsal. Somos luchadoras”. Que se sepa, Emma, que tú no has abandonado porque el legado que nos has dejado tiene un valor incalculable. Este es el verdadero patrimonio. ¿Sabéis cómo me imagino ahora a Emma? Para mí es fácil de imaginar, sea donde sea, estará organizando cualquier carrera o estará preparándose para una prueba de ultra. Se habrá encontrado con el añorado Nil Bohigas, con Paloma Summer, con Andrea Husser o con Marc Sabata y Xavi Batriu. Ellos también se marcharon demasiado pronto. Estarán haciendo un equipo, el más potente, de lo que sea (raids de aventura, carreras de orientación), allí estará también ayudando en todo lo que esté en sus manos Joan Rojas, de Buff. También me la puedo imaginar saliendo del Parque de Bomberos, haciendo mil trabajos de rescate… pero donde más me la imagino es allá donde esté, inspirando a muchas de nosotras. Y es que Emma era así, no tenía límites. Te echamos de menos Emma. ¡No pares Emma, no pares!