CAMPEONATOS DEL MUNDO DE SKY RUNNING
Desde muy pequeña parte de mi vida ha transcurrido rodeada por montañas: andando, escalando, corriendo, esquiando pero sobretodo, disfrutando de ella. Mis padres fueron quienes me inculcaron la pasión por la montaña y el deporte. Desde entonces, se ha convertido en un estilo de vida, más allá de la competición.
Después de la presentación personal con la que he querido encabezar esta crónica, más bien una declaración de vida y de forma de vivirla, vamos a centrarnos en cómo llegué yo, después de una época complicada desde el punto de vista deportivo a formar parte del equipo técnico de la FEDME, después de unos meses largos de mala suerte y de algo de precipitación por mi parte para intentar recuperarme de continuas lesiones. Mientras tanto he ido trabajando en varios proyectos para el desarrollo de este deporte y su rendimiento.
UNOS MESES ANTES
Era el mes de abril, recibí una llamada de Rogelio Macías para proponerme formar parte del equipo técnico de la FEDME en su sección de carreras por montaña. En ese momento lo que se me vino a la cabeza es que lo que realmente deseaba era correr y competir con la selección pero tampoco podía ni quería desaprovechar una oportunidad así. La respuesta fue, como ya sabéis, afirmativa. Empezamos una época marcada por una importante responsabilidad, un montón de tareas y la necesidad de definir una línea de trabajo y de profesionalidad para conseguir la mejor representación en los próximos Campeonatos, los más inmediatos los del Mundo de Skyrunning en la Buff Epic de Barruera. Manos a la obra: concentraciones, campeonatos nacionales y muchos viajes. Convencidos de nuestra forma seria de trabajar. La primera concentración que tuvimos fue para mí un momento mágico: rodearme de los corredores a los que tanto admiro en una de las tierras donde he crecido. Personalmente, tenía ganas de que no les faltase de nada y deseaba poderles enseñar todos los recorridos. Creo que mi visión como corredora pudo enriquecer esos días, ayudándoles desde otro punto de vista. Todos trabajaron duro para entrenar, visualizar recorridos e incluso madrugar para participar en el proyecto de investigación que desarrollamos en INEFC Catalunya y hacer alguna que otra visita cultural al Románico de la Vall de Boí.
Los campeonatos
Se iba acercando el día hasta que llegó el momento. Todo eran nervios, los de algunos más que otros, pero era el momento de estar ahí y de que se sintieran apoyados. Los días pasaban muy deprisa. Las primeras alegrías llegaron de parte del joven Dani Osanz y de la gran campeona, Oihana Kortazar, cosechando sendas medallas de plata en la prueba del kilómetro vertical. El resto de compañeros, Virginia, Silvia, Manu y Pere lo dieron todo. Llegó tal vez el día más duro de todo el Campeonato, el día en el que se disputaba la prueba de ultra. A las 5 AM, bajo la luz del frontal, subía dirección el Port de la Xelada
para avituallar a nuestros corredores. Había una bonita lucha y teníamos que ayudar en todo lo que pudiésemos, por lo que los seguimos en todos los puntos permitidos. Los buenos resultados iban llegando, Maite Maiora campeona del mundo, acompañada en el podio por otra de las nuestras, Gemma Arenas en segunda posición. En categoría masculina las preseas de plata y bronce fueron también para Manu Anguita y Borja Fernández. respectivamente. Aroa Sío y Miguel Heras completaron la gran actuación del equipo nacional. Las discretas celebraciones nocturnas nos daban un respiro para afrontar el siguiente día con más fuerza. Quedaba sólo la modalidad Sky, donde la lucha por los primeros puestos fue de infarto. Manuel Merillas, algo descontento con su kilómetro vertical, realizó una gran exhibición (como él decía, había tenido tiempo de memorizarse todas las piedras), Oihana nos dejó boquiabiertos, Marta y Patricia protagonizaron una bonita lucha. Zaid y Alejandro se dejaron la piel sin perder su sonrisa. Finalmente, el Campeonato fue para Merillas, Oihana Kortazar fue plata y Marta Molist, bronce. La guinda del pastel fue el oro por selecciones. Pero lo que más me llenó, fue estar cerca de ellos, corredores y técnicos, personas a las cuales admiro y de los que me llevo un bonito recuerdo y un gran aprendizaje.