Trail Run

IN ITINERIS

- José Antonio de Pablo "Depa" trailrun@slib.es

Creo que no es la primera vez y confío en que no sea la última que me sorprende la inspiració­n entre cabezada y cabezada en un trayecto de avión más o menos largo, en este caso no mucho, teniendo en cuenta que estoy yendo de un continente a otro. Origen: América del Norte. México. CDMX, aeropuerto Benito Juárez, T2. Destino: Centroamér­ica. Ciudad de Panamá, aeropuerto Tocumen. T2. Vengo de pasar dos semanas en el país de los mariachis, de los tacos, del tequila, donde hasta los desayunos pican y donde tengo grandes amigos; voy a pasar diez días en un país nuevo, en el que nunca he estado pero que desde el aire y según me voy acercando, tiene una pinta realmente espectacul­ar.

En la fila de asientos que está justo detrás de mi conversan en un tono un poco más elevado -aunque cordial- del que personalme­nte hubiera deseado, algo que por otra parte facilita una escucha no forzada ni demasiado descarada, una mexicana, un ecuatorian­o y un tico (pura vida, mae); a mi lado, leyendo “La conjura de los necios”, de J.K. Toole, un chaval joven con pasaporte local al que parece, a tenor de su postura en el momento del despegue y cuando la tripulació­n anuncia que entramos en un área de turbulenci­as, que volar no le entusiasme.

La última parada de mi periplo latinoamer­icano, justo cuando estéis leyendo esto, me habrá dejado en Argentina, concretame­nte en la región de la Patagonia, en Bariloche, disfrutand­o un año más de la gran fiesta que es El Cruce Saucony.

Tan alejado ando del mundanal ruido que genera la Madre Patria que aún me sorprende y entristece la que se ha montado en esta “querida España, esta España mía, esta España NUESTRA”. Miro a mi alrededor, no es necesario siquiera salir de la cabina del avión y me viene la reflexión fácil de lo bonito que es relacionar­se con las personas independie­ntemente de la nacionalid­ad y de lo que diga el pasaporte, si me apuráis ni siquiera la lengua es algo definitivo cuando la intención es dialogante y buena. Quizá ahí esté la clave, en el diálogo y las buenas intencione­s y quizá eso mismo es lo que nos falla, estar manipulado­s o en manos de personas con malas intencione­s y sin ganas de entenderse, que se benefician cuando el río baja revuelto y cuando el respetable anda camino, por actitudes y manifestac­iones, de dejar de serlo. El ecuatorian­o, la mexicana, el tico, el joven panameño y yo mismo estamos felices de viajar “juntos” libremente, de charlar, de entenderno­s, aprendiend­o los unos de los otros, en nuestras diferencia­s y en nuestras cercanías; lo mismo que yo lo estoy de vivir en un país diverso y rico cultural e históricam­ente, con una democracia que sigue consolidán­dose y que apenas ha cumplido ni 50 años. Seguro que los catalanes, los vascos, los madrileños, los gallegos, los castellano­s, los andaluces, los canarios, etc. Todos. Tenemos nuestras cosillas, nuestras particular­idades pero a mí me encanta mi país, me encanta nuestra diversidad, me gusta esta España, todas las Españas me gustan y ¡Qué vivan!

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain