Jan Margarit

Cuando Depa me propuso escribir estas líneas para Trail Run, no sabía muy bien por dónde empezar. No fue hasta ayer por la noche, cuando nos fuimos a dormir en la misma habitación, en mi casa, él iba a dormir en la cama de mi hermano, que no estaba, y yo en la mía de toda la vida. Fue entonces cuando me di cuenta de ciertas cosas. En 2014 gané mi primera Cursa Mont- Rodon, la carrera del pueblo. Por aquel entonces ya había ganado varias pero recuerdo aquella de una manera muy especial. Esto me hizo pensar que a mis 26 años, a los 13 cuando esto pasó, ya llevaba un tiempo corriendo por el monte así que puedo decir que llevo más de media vida haciéndolo y que conozco más mi vida con ello que sin. A mi manera, sin entrenador y sin realmente escuchar mucho a nadie, buscando seguir fiel a mi estilo, no por creerme más listo que nadie sino por una mezcla de anarquismo y ganas de llevar la contraria combinadas con el deseo de sentir, experimentar y vivir con la libertad de hacer lo que me apetece en la mayor medida posible siempre y cuando no haga daño ni tenga que dar lecciones a nadie.

Abierto y atento a escuchar y aprender de los que me rodean, creo que uno de mis puntos fuertes ha sido querer impregnarme de otras personas y filosofías de vida para seguir creciendo. Siempre digo que "los tres fantásticos”, Tofol, Iker y Miguel marcaron y marcarán mi carrera deportiva y personal desde siempre y para siempre. La humildad, el respeto, la pasión, las vivencias y los valores que me inculcaron desde

Abierto y atento a escuchar y aprender de los que me rodean, creo que uno de mis puntos fuertes ha sido vida para seguir creciendo.

que entré al equipo siendo un chavalín, los guardo con el máximo cariño dentro de mi corazón. Igualmente a Arnau Anguera, que con su forma un tanto aparentemente despreocupada de ver el deporte y la vida ha sido mi principal mentor en esto del deporte y una de las personas con las que he congeniado más especialmente. También a Aritz Egea, Aritz el Kinki, que siempre sabe recordarme que soy un NiNi con mucha suerte y que “somos ricos”, la intensidad con la que lo vive todo Sarita o los buenos de Nico y Piratilla que me enamoraron con su modo de vida tranquilo, sencillo y sincero en su Cortijo.

Lejos de que correr por el monte sea sólo un mero acto con fines competitivos, me quedo con los momentos y las personas. Este deporte, sus gentes y todas las puertas que me ha abierto han sido mis acompañantes desde hace ya más de la mitad de mi vida y aún a veces me cuesta acabar de encontrar mi sitio entre tanto ruido, humo, espectáculo, rendimiento, aventura, filosofía y esencia… pero espero que siga acompañándome muchos años más con una pasión e intensidad similares a las que lo vivo ahora.

En 15 minutos Depa se va a levantar, así que rozando el larguero pero a tiempo. Espero que esta, mi huella, le guste y que podáis leerla dentro de poco.