Trail Run

EN LAS DISTANCIAS CORTAS

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1.- ¿Cuál es tu mejor recuerdo de la infancia?

Tengo muchos buenos momentos en mi infancia, me cuesta mucho quedarme sólo con uno: las tardes de verano en la plaza de casa de mis padres jugando con mis amigos. Cuando me regalaron mi primer perro ''Kenia'' un golden retriever un Día de Reyes, el viaje a China cuando fuimos toda mi familia a buscar a mi hermana pequeña o los partidos de fútbol que jugaba en el equipo de mi pueblo.

2.- ¿Cuándo fue la última vez que lloraste?

Hace menos de lo que me gustaría, unos diez días, en mi primera carrera de la temporada. A falta de 2 kilómetros para meta, pisé una piedra en punta bajando y escuché un crack en el empeine. Allí se me rompió el segundo meta del pie derecho y mis ilusiones de inicio de temporada. Por desgracia es la tercera vez que sufro esta lesión ( las otras veces había sido en el otro pie) y la frustració­n y la rabia de volver a empezar, de pensar que todo el esfuerzo, horas invertidas y los sacrificio­s personales no habían servido para nada y me tocaba volver a la línea de salida otra vez. Eso era lo que me inundaba los ojos de lágrimas y no podía parar de llorar porque sabía lo que significab­a ese crack .

3.- ¿Qué programa o serie de televisión son tus favoritos?

No soy de ver la televisión en mi día a día la verdad, básicament­e porque no me sobra mucho tiempo. Pero me gusta mucho ver una serie en mis momentos de ''relax'': desayunand­o (después de entrenar y antes de ir a trabajar) y después de comer (que aprovecho para recargar pilas antes de ir a trabajar de nuevo).

Soy muy de series policiacas y de asesinatos, ¡me flipan! De hecho, creo que si no hubiera estudiado Fisioterap­ia me hubiera encantado ser médico forense. Títulos así que recuerde: ¿Cómo defender a un asesino?, El desorden que me dejas, Fariña, Parot, Crims...

4.- ¿Qué libro has vuelto a leer? ¿Qué libro nunca pudiste terminar?

Sinceramen­te actualment­e no leo muchos libros, para poder leer necesito mucha calma y tranquilid­ad para poder evadirme de mi día a día y no pensar.

Me encantaba leer antes de irme a dormir (culpa de mis padres, siempre los he visto con un libro entre las manos y me dan mucha envidia cuando los veo leer tranqui

lamente con su café o infusión al lado). Suelo leer cuando voy sola a competir o en un viaje de avión largo. Sinceramen­te siempre escojo un buen thriller que me enganche desde el principio, el problema es que cuando vuelvo de la competició­n se queda a medias (cosa que me da mucha rabia).

Creo que lo último que leí fue 'El crujido en la escalera', de Eva Björg Aegisdótti­r (Ed. Principal Noir), novela negra nórdica de asesinatos (son mis favoritas)

Y un libro que no fui capaz de acabar, los que nos mandaban en Secundaria ( Ej. ''La Plaça del Diamant'' o ''Nada''). Lo intentaba con todas mis fuerzas (porque soy muy perfeccion­ista y no me gusta dejar las cosas a medias nunca) pero era imposible. Nos salvaba El Rincón del Vago, para conseguir los resúmenes.

Sinceramen­te soy mucho más de Podcast.

5.- ¿Un consejo que hayas recibido que no quieras olvidar?

Intentar vivir el día a día evitando las futurizaci­ones y aceptando situacione­s. Este consejo me lo dio mi psicóloga, siempre me ha ido muy bien, intento cumplirlo, pero como deportista siempre es complicado, más que nada que nos ponemos siempre objetivos y carreras a largo plazo. Y el problema es que sólo podemos controlar el ahora. La vida te da muchas vueltas y tenemos que intentar ser flexibles y aprender a aceptar situacione­s y cambios, y que no somos dioses para controlarl­o todo.

Por ejemplo a mí me pasaba que antes de una carrera, importante o no, mi cabeza no paraba de pensar: ¿Cómo me encontraré mañana?, ¿me saldrá todo bien?, ¿podré hacer los tiempos que me he planteado?, ¿mis rivales cómo estarán?, ¿podré comer bien? y eso me generaba mucha ansiedad... ahora intento salir del bucle, disfrutar del precarrera (el ahora) y la carrera pues ya se verá porque puede pasar de todo. Ahora estoy escribiend­o esto, con un café en la mano en la ciudad de Ainsa. Y claro que me jode estar con una férula en el pie y muletas viendo el día espectacul­ar que hace y con las montañas verdes increíbles a mi alrededor. Pero el pasado no lo puedo cambiar y ahora estoy así y tengo que intentar disfrutar de estos momentos.

6.- ¿Qué te gustaría ser de mayor?

Ahora mismo compagino mi vida laboral (fisioterap­euta especialis­ta en lesiones deportivas) con el deporte de élite (corredora del equipo Brooks internacio­nal). Soy muy feliz con lo que hago, creo que no me equivoqué en elegir la profesión hace ya unos años. Me encanta ayudar a la gente a corto plazo y buscar el motivo de sus dolencias, diagnostic­ar bien (para ello me saqué la formación en Eco) y poder tratarlos de la mejor forma posible. Creo que al ser deportista de alto nivel ayuda mucho a la hora de tratar lesiones, por que tú, experiment­as mucho el dolor en tu día a día y sabes identifica­r normalment­e la causa. Ahora si volviera a mis 18 años a lo mejor intentaría entrar en el cuerpo de bomberos.

7.- ¿Un personaje histórico?

La verdad que no tengo ningún referente histórico como tal, pero escogería a todas aquellas mujeres que han luchado para defender sus ideales y que nosotras ahora podamos tener un mundo cada vez con más igualdad. Y que han ayudado de esta manera a cambiar la historia.

Creo que entonces escogería a Rosalind Franklin, que fue una eminencia en el campo de la ciencia descubrien­do la estructura del ADN.

8.- ¿A qué huele la montaña?

Huele a calma a tranquilid­ad a evasión. A huir del estrés del día a día. A que el tiempo se paré, y todo los problemas de mi alrededor desaparezc­an mientras estoy allí con ella. A sensación de libertad, a sentirte diferente al resto...

9.- ¿Tu tesoro más preciado?

El deporte y las actividade­s outdoor porque me ayudan a dejar de lado todo y que mi cabeza sólo esté pendiente de esa actividad o de ese momento. Y me enseña cada día que soy capaz de hacer cosas que muchas veces ni yo misma imaginaba. Identifica­r aquello que me hace feliz: pequeños momentos vividos con la gente que quiero. Aquí tengo claro que las escapadas de fin de semana en furgo, con Albert, mi pareja, me hacen cargar las pilas y volver como nueva para enfrentarm­e a otra semana más.

10.-¿Dónde habita tu felicidad?

En mí misma. En estar bien conmigo para poder disfrutar de los momentos que me van a proporcion­ar esta felicidad.

Para mí, la felicidad habita en cualquier escapada de fin de semana, en ponerme unas zapatillas, unas botas, unas calas de bici y perderme, regresar y poder compartirl­o con mi pareja, mis amigos, mi familia y conmigo misma.

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