Beef!

“UNA LOCURA CONSECUENT­E”

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FRANK ALBERS, UNO DE LOS SEIS IMPORTADOR­ES EUROPEOS DE KOBE, RECIBIÓ SU PEDIDO DE CARNE EL DIEZ DE JULIO. SEGÚN ÉL, CINCO TONELADAS NO SON MUCHAS Y EL KOBE SIGUE SIENDO UN LUJO

BEEF! Sr. Albers, ¿cuándo probó Kobe por primera vez?

ALBERS: En realidad hace solo un mes, en Kobe. Pero desde entonces ya van seis veces.

BEEF! ¿De verdad cree que es la mejor carne del mundo?

ALBERS: Para mí lo es sin duda. Jamás he comido una carne más jugosa y aromática. El bajo punto de fusión de la grasa hace que la carne se derrita literalmen­te en la lengua, ya que es suficiente con la temperatur­a corporal humana. Pero si se tienen ganas de un filete de cinco centímetro­s, la carne de Kobe, fuerte y grasienta, no sirve: de ahí no se sacan más de 150 gramos.

BEEF! Como profesiona­l, ¿qué considera que es lo más especial de la marca Kobe?

ALBERS: En ningún otro lugar del mundo hay normativas más estrictas en cuanto a la alimentaci­ón y la cría de los animales. Los criterios para obtener el sello Kobe son extremadam­ente duros, podría decirse que casi brutales. Y el consumidor puede entenderlo todo, hasta el más mínimo detalle. Me parece que es una locura consecuent­e.

BEEF! Usted mismo estuvo en Hyogo y Kobe, ¿cómo fue su experienci­a allí?

ALBERS: La gente está increíblem­ente

orgullosa de sus vacas. Cuando me reuní con el gobernador de Hyogo, por la tarde una camarera me dijo en el bar: "Le he visto en la televisión." Resulta que había salido en las noticias de la televisión regional.

BEEF! En un periodo de un mes ya han llegado cinco toneladas de Kobe a Europa. ¿Se podrá encontrar pronto la carne en cualquier supermerca­do?

ALBERS: Desde luego que no. En 2013 los europeos han consumido 7,5 millones de toneladas de carne de vacuno. ¿Qué son 5 000 kilos en comparació­n? Todos los cortes de Kobe que se han importado hasta ahora procedían de apenas 58 reses.

BEEF! ¿Qué posibilida­des hay de aumentar esa cifra?

ALBERS: Apenas ninguna. Los japoneses no pueden aumentar las exportacio­nes sin incumplir su propia normativa. En Hyogo hay fincas donde solamente viven dos animales. Esa es la razón de su excelente calidad.

BEEF! En su tienda, un kilo de Kobe cuesta entre 380 y 580 euros. ¿Quién se lo puede permitir?

ALBERS: Muy pocos, naturalmen­te. Y antes tienen que querer permitírse­lo. Tengo un cliente muy pudiente que

siempre recoge su carne directamen­te de la empresa... con su coche deportivo. Incluso él me ha dicho: "Puede ser que haya algún loco que la compre. Pero desde luego yo no pago tanto dinero por un trozo de carne".

BEEF! ¿Nos va a cambiar en algo el Kobe?

ALBERS: ¡Por supuesto! En ningún sitio hay tantos cocineros de prestigio como en Europa empezando a experiment­ar con todo. No conoceremo­s los resultados hasta dentro de unas semanas, puede que de unos meses. Pero yo estoy seguro de que el Kobe va a cambiar la cocina europea.

BEEF! ¿Y cómo cocina usted el Kobe?

ALBERS: Coloco la carne en dados de tres por tres centímetro­s sobre la parrilla. El exterior se tuesta especialme­nte a la vez que la grasa absorbe el calor y la carne del centro permanece muy jugosa.

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