NUESTRA CARTA
Siendo adolescente, en clase de literatura francesa del último curso de bachillerato, la profesora –una catedrática de armas tomar– nos propuso elegir un libro para leer y comentar durante el primer trimestre. Una amiga me había hablado ese verano con auténtico entusiasmo de un autor que, pese a ser un clásico en lengua gala, acababa de descubrir, André Maurois. Me decanté por una novela suya, Climats, un inquietante retrato de la alta burguesía provinciana de la Francia de principios del siglo XX. Fue una historia que me marcó. Recuerdo especialmente un capítulo en el que uno de los personajes, enamorado sin solución de la protagonista, decide escribirle una carta a modo de declaración en la que enumera sus virtudes y defectos divididos en dos columnas. Con un final asombroso. Siempre quise emular ese ejercicio con algo que me encantase. Ahora que empieza mi estación preferida, el otoño me brinda la oportunidad. La columna de la izquierda, consagrada a Lo que no me gusta del otoño quedaría, grosso modo, de la siguiente manera: «Que termine el verano (mi segunda época preferida del año). Pedir gazpacho y que no haya. Las primeras lluvias. Tener que prescindir de las sandalias. Los días cortos. Despedirme de los baños de sol. Y de mar. No poder dormir con la ventana abierta. El aire de melancolía que se instala en el ambiente. Halloween. Ponerme calcetines». En la parte correspondiente a Lo que me gusta del otoño escribiría: «La sensación de novedad. Las cremas y sopas calientes. Las mañanas frescas. La gama de colores que tiñen la naturaleza. Las escapadas. Los puestos de castañas. El été indien de los franceses o cheyenne autumn de los anglosajones, versión cool del veranillo de San Miguel. Las granadas, los higos, los caquis. Los paseos por el campo. Las noches largas. El fin de la operación biquini. Las setas. Las luces doradas del atardecer. Retomar amistades y planes. La alfombra de hojas secas. Los descubrimientos foodie. Y todo lo que no me gusta del otoño».
Con este ELLE GOURMET, repleto de novedades gastro, recetas inesperadas, destinos deli y muchas ideas con sabor, pretendemos convertirte a ti también en incondicional de la temporada que comienza, la primavera del invierno, como la definió el pintor postimpresionista Toulouse-lautrec. Te lo ponemos en bandeja.