CON PODERES
Con un catálogo interminable, siguen siendo uno de los pilares de la dieta a escala global. Te invitamos a probarlos en estas seis creaciones ‘deluxe’.
Espelta, cebada, trigo sarraceno, arroz... Radiografiamos los cereales.
Después de una temporada tratando de quitarse de encima la mala fama, los cereales regresan a la primera línea de la dieta, alabados por sus propiedades para el organismo, por la versatilidad que muestran en la cocina y por su variedad. Confesamos cuáles son nuestros favoritos y te explicamos por qué.
Trigo sarraceno. Rico en magnesio, ayuda a mejorar el tono muscular y el sistema cardiovascular. Contiene fagomina, una fibra que retrasa la absorción de la glucosa y que, por tanto, aporta saciedad.
Espelta. Con miles de años a sus espaldas, sus semillas han llegado a nuestros días sin experimentar manipulaciones genéticas; son fuente de proteínas y contienen ocho aminoácidos esenciales.
Quinoa. Aunque es un pseudocereal, tiene tantas propiedades como cualquiera de grano entero. De importante valor proteico, posee un elevado contenido en fibra, por lo que facilita el tránsito intestinal.
Alpiste. No pienses en comida para pájaros: hablamos de un miembro de la familia de las gramíneas que, de acuerdo con la ciencia, funciona como eficaz diurético y puede presumir de poderes detox.
Cebada. Tradicionalmente asociada a la alimentación animal y a la elaboración de cerveza, es el cereal más dotado de fibra soluble, que reduce la absorción de colesterol.
Arroz. Es la base de la dieta de más de la mitad de la población mundial. Si te decantas por el integral en lugar del blanco, la aportación de vitaminas (sobre todo, del grupo B) y fibra será cinco veces mayor.
Mijo. Con una notable concentración de hidratos de carbono de absorción lenta, es apto para diabéticos, muy digestivo, nutritivo y rico en grasas saludables.
Kamut. Se trata de otra variedad antiquísima (familiar del trigo), caracterizada por un sabor dulce y agradable y por una dosis alta de proteínas, fibra y minerales.