MARCOS MORÁN
Con la normalidad por bandera, desde 2013 ofrece en Hispania una «experiencia de inmersión» en los fogones ‘made in Spain’.
Como le ha pasado en muchas otras facetas de su vida, al cocinero Marcos Morán –tiene una estrella Michelin por su trabajo en Casa Gerardo (Asturias)– le llegó la propuesta de abrir un restaurante en Londres casi por casualidad. «Un grupo de empresarios de mi región me habló del proyecto y no pude decirles que no», explica. Y es que la oferta era de lo más golosa: un local de dos plantas, con 1.000 metros cuadrados, en pleno centro de la ciudad financiera de Londres y decorado por Lorenzo Castillo. «Abrimos en 2013 como bar de tapas, pero ahora contamos con una oferta variada de platos principales. Al principio, el 80 por ciento de nuestros clientes eran españoles. Sin embargo, poco a poco, fueron trayendo a sus compañeros de oficina y a sus amigos. Ahora, nuestra clientela es mayoritariamente extranjera. Y no gente cualquiera, sino personas que conocen y valoran la cocina española, han estado en diferentes lugares del país y han visitado varios estrellas Michelin».
En el menú de Hispania (72-74 Lombard St) no faltan la clásica tortilla de patata poco hecha, el jamón ibérico cortado a mano, el gazpacho, la morcilla ibérica, la fabada y el cachopo asturianos, las lentejas ni la paella. Tampoco, la buena bodega: pocos son capaces de resistirse a su selección de vinos de Jerez. «Teníamos claro que queríamos ser una experiencia made in Spain en Londres, una inmersión en lo que se come en nuestras casas a diario. No necesitamos esforzarnos para presentar platos que funcionen y gusten: somos españoles y esto es lo que sabemos hacer». Ahora, después de conquistar al público británico, el chef, disfrutón declarado, amplía fronteras y asalta Bruselas (Rue Bodenbroek 2). Una nueva llamada que dará mucho que hablar.